Un total de 141 proyectos diseñados por corporaciones locales, empresas privadas y particulares e instituciones sin fines de lucro se beneficiarán de esta línea de ayudas que se incluye en el Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia. Así lo ha confirmado el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, en la Casa del Parque ‘Babia y Luna’, ubicada en la localidad leonesa de Riolago.
Todos los proyectos se llevarán a cabo en las nueve Reservas de la Biosfera de Castilla y León y se han concedido subvenciones con un valor total de 8.899.654 euros. Según el consejero, esta "es una responsabilidad, porque hay que mantener las Reservas, gestionarlas adecuadamente para que la Unesco ratifique las declaraciones".
Los proyectos elegidos tienen como objetivo promover la conservación y gestión de la biodiversidad y de los recursos naturales, la mejora de la gobernanza en reservas de la biosfera, el fomento del desarrollo sostenible, la sostenibilidad del turismo, el patrimonio cultural y el paisaje, y el manejo agroecológico y forestal sostenible de los recursos naturales y puesta en valor de los conocimientos tradicionales a través de la eficiencia de los recursos y una economía baja en carbono. Las corporaciones locales reciben 7.261.446 euros, a las empresas privadas llegan 870.578 euros y particulares e instituciones sin fines de lucro reciben 767.630 euros.
Castilla y León, recordó el consejero flanqueado por representantes institucionales del entorno, cuenta con el mayor número de Reservas de la Biosfera de España, con un total de diez -Picos de Europa, Alto Bernesga, Ancares Leoneses, Babia, Argüellos, Valle de Lacina, Omaña y Luna, Meseta Ibérica, Sierras de Béjar y Francia y Real Sitio de San Ildefonso-El Espinar-, de las que la provincia de León cuenta con siete.
“Queremos potenciar el desarrollo económico y social y abrir a todos los actores y agentes estas ayudas que trabajan por el territorio. Creemos que es una buena convocatoria que pretende premiar con financiación proyectos que dinamicen la actividad de estos territorios, que cuiden los ecosistemas, la biodiversidad y se produzca ese equilibrio, ese enlace tan necesario entre la naturaleza y el hombre”, señaló Suárez-Quiñones.
Las Reservas son también lugares de experimentación y de estudio del desarrollo sostenible, que deben cumplir tres funciones básicas: conservación de la biodiversidad y de los ecosistemas que contienen, desarrollo de las poblaciones locales, y una función logística de apoyo a la investigación, a la formación y a la comunicación.