Elvira, Leonor Garabito y Leonor de Quiñones volvieron a decir "no" a ser tributo para el enemigo. La representación organizada por la Federación de AA. VV. Rey Ordoño volvió a enfrentar a las huestes del Rey Ramiro y del Emir de Córdoba, Abd ar-Rahmān ibn al-Hakam (Abderramán II).
El Tributo de las 100 doncellas acababa gracias a las tres valientes que alzaban la voz antes de que la Sotadera les otorgase el bracalete que les imponía "su nueva condición".
Gracias a ellas León dejaba de lado esta tradición que tantos años obligó a los leoneses a dejar marchar a sus jóvenes a las tierras del sur, donde debían servir al Emir.
Una teatralización que sirve de antesala para la celebración del Foro u Oferta de las Cantaderas que tendrá lugar este domingo en el Claustro de la Catedral de León.