La Audiencia Provincial acoge desde hoyas hasta el próximo 24 de octubre el juicio por el que el acusado de matar a su pareja a puñaladas en Mansilla de las Mulas se enfrenta a una posible pena de 28 años en prisión.
“Fue todo muy rápido; en menos de diez minutos pasó todo y luego nos dijo a los vecinos algo como que estaba muerta o que la había matado y que hiciéramos lo que quisiéramos”, relató hoy una vecina de Paula M., la joven de 36 años que perdió la vida el 19 de octubre de 2021 en su vivienda de la localidad leonesa de Mansilla de las Mulas, presuntamente a manos del que fuera su pareja, JC.G.D., que tenía 28 años en ese momento.
La vecina contó que ella estaba regando las plantas en la terraza cuando escuchó “una patada muy fuerte en el portal”, con la que el acusado rompió el cristal y subió hasta el piso de Paula, donde también rompió de patadas la puerta de la vivienda y la de su habitación. “Le escuché gritar que con quién se había ido a casa y que dónde le tenía escondido, pero ella dijo que no sabía de qué le hablaba y él se marchó”, explicó.
Sin embargo, la mujer vio cómo el acusado abrió la puerta del coche para después volver a la casa de la joven. Tras ello, volvió a escuchar “patadas en las puertas” y al cuerpo de Paula “caer al suelo”, por lo que despertó a su marido, que ya estaba en la cama, para decirle que “creía que la había matado”. También llamó a los vecinos.
En ese tiempo, según el relato de la vecina de Paula, JC.G.D. bajó a la calle de nuevo, “no se supo a dónde fue” y, cuando regresó al edificio, los vecinos ya estaban en las escaleras. “Le vimos bajar con el móvil en las manos y las manos llenas de sangre y nos dijo algo como ‘ya está muerta o la he matado’ y ‘haced lo que queráis’”, detalló la vecina, que llamó al centro médico y a Emergencias Sanitarias.
Así lo apuntó hoy en la Audiencia Provincial de León, donde se celebrará hasta la próxima semana el juicio en el que se acusa a JC.G.D. de los delitos de leve daño, maltrato en el ámbito familiar, daños continuados, allanamiento de morada y asesinato, y en el que el acusado afirmó no recordar lo ocurrido más allá de “hacer un gesto con un cuchillo”.
“Consideraba que era suya”
Los hechos tuvieron lugar en la medianoche del domingo 18 al lunes 19 del mes de abril de 2021, cuando JC.G.D. se dirigió a casa de Paula convencido de que estaba con otro hombre. Una vez allí, según el escrito de calificación previa de la Fiscalía, rompió el cristal de la puerta del portal de una patada y accedió al interior, tras lo que hizo lo mismo con la puerta de la vivienda de la que era su pareja.
Ya en el interior del domicilio, comenzó una discusión con la mujer y buscó al supuesto hombre que estaba con ella, pero no encontró a nadie puesto que estaba sola. El joven, de 28 años en aquel momento, también le pidió a Paula su teléfono móvil e inició un forcejeó que terminó con el terminal roto en el suelo. Además, en el transcurso de esa discusión, el hombre le propinó un cabezazo a la mujer.
El acusado salió en ese momento de la vivienda y bajó a su vehículo, pero volvió a subir y, tras coger un cuchillo de la cocina, se dirigió a la habitación en la que estaba Paula, a la que empujó sobre la cama. Una vez incorporada, “sin más, con intención de causar su muerte y de forma sorpresiva, repentina y sin posibilidad alguna de defensa”, JC.G.D. le asestó tres puñaladas “mortales” a la víctima en la zona de la espalda, como consecuencia de lo que se fracturó el arma y la hoja quedó incrustada en su cuerpo. Así, sobre las 1.30 horas del día 19 de abril de 2021, se produjo la “muerte violenta” de Paula M. por “un shock hipovolémico causado por múltiples heridas por arma blanca”.
“La mató por que consideraba que era suya y no admitía que no quisiera estar con él”, aseguró la Fiscalía ante el jurado popular, en un relato en el que definió el suceso como “el caso más claro, típico y característico de asesinato machista”. Por este motivo, solicitó una pena total de 28 años y nueve meses de prisión como autor de los delitos de leve daño, maltrato en el ámbito familiar, daños continuados, allanamiento de morada y asesinato, así como 3.600 euros en multas e indemnizaciones por valor de 128.138 euros.
Un asesinato que, para la acusación particular se produjo “con alevosía” y se sumó al “maltrato en el ámbito de la violencia machista y maltrato habitual” del que además “fueron testigos los vecinos en varias ocasiones al escuchar varios episodios”.
“Intoxicación plena”
El letrado de JC.G.D. quiso dejar claro ante el jurado popular, compuesto por cinco hombres y cuatro mujeres, que el acusado tenía problemas con el consumo de alcohol, cannabis y cocaína, así como con el juego. Concretamente, en el mes en el que se produjeron los hechos, en abril de 2021, tenía un episodio de “inestabilidad afectiva y agresividad” como consecuencia de “la dependencia de la cocaína”, que le causaba “rasgos límites personalidad” y que le obligó a someterse a un “tratamiento antidepresivo”.
“Ella tenía la intención de desquiciarle y hacerle enloquecer y esa tarde, bajo una psicosis paranoide provocada por la cocaína, fue a casa de Paula con una crisis total de angustia y confusión”, consideró el letrado, en defensa de que su cliente estaba en “un estado de intoxicación pleno que anula las capacidades”, de manera que las lesiones se produjeron “sin existir ni sentimiento de odio ni intención de quitarle la vida”.