Dos catedráticos de Derecho de la Universidad de León encabezan una iniciativa en rechazo a la amnistía acordada por el PSOE y los independentistas, buscando la participación de otros profesores a nivel nacional. En un manifiesto, alertan sobre los "efectos destructivos de la ley de amnistía en el orden social, constitucional y en la igualdad de los ciudadanos". Juan Antonio García Amado y Teresa Mata Sierra anuncian su compromiso de alzar la voz contra esta cuestión, manifestando en redes sociales: "No nos hemos vuelto mudos".
En el documento, resaltan que "la Constitución debe prevalecer sobre las disputas políticas y las ambiciones personales de los gobernantes, independientemente de su afiliación política". También censuran la posibilidad de que la "fuerza normativa" de la Carta Magna sea "usada como moneda de cambio por cualquier líder político o partido, sin importar su orientación ideológica".
Bajo el título "¿Los profesores de Derecho creemos en lo que enseñamos?", los catedráticos expresan su oposición a la ley de amnistía que facilitó la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno. Defienden con firmeza el principio de constitucionalidad e igualdad ante la ley para los ciudadanos españoles. Advierten que si se considera aceptable la amnistía del "Procés" para permitir que un partido gobierne, entonces cualquier amnistía futura podría ser considerada legítima y jurídicamente posible.
Advierten sobre los "efectos destructivos del orden social, de la norma constitucional, de la igualdad de los ciudadanos y de la función preventiva del Derecho penal", clasificándolos de catastróficos. García y Mata buscan ser "coherentes" con las disciplinas que enseñan, argumentando que todas las disciplinas pierden su fundamento si se acepta que la obligatoriedad del Derecho está subordinada a los intereses personales de aquellos con poder político, económico o mediático.
Los catedráticos critican la posibilidad de amnistiar delitos por motivos políticos y expresan su rechazo a ser parte de una mayoría silenciosa de enseñantes de Derecho. Quieren dejar claro que ningún silencio institucional en su universidad los compromete como cómplices de la degeneración del sistema jurídico. A través de las redes, invitan a otros profesores de Derecho a unirse al manifiesto, asegurando que los profesores de Derecho no se han quedado callados.