A veces olvidado y con siete siglos de historia, el Palacio del Conde Luna es uno de esos monumentos escondidos de la capital leonesa. Ahora entre sus muros guarda el Centro de Interpretación de la Historia del Reino de León, cuyas obras están en peligro debido a las filtraciones de agua que sufre el edificio.
Esta edificación histórica sufrió una rehabilitación hace ya 14 años, y desde entonces, por el Palacio del Conde Luna pasan miles de personas al año. Esto no impide que el tiempo también vaya calando intramuros, en estos días, en los que las lluvias han sido la nota predominante de la meteorología de la capital, el agua está haciendo mella en el edificio.
Ha llegado hasta tal punto, que según publica el Diario de León, desde el centro han tenido que llegar hasta los remedios más básicos, habilitando un vaso de plástico para proteger la maqueta de Juan Carlos Ponga que reproduce la ciudad en el siglo XVI.
Así pues, el agua pone en peligro el artesonado que guarda el edificio y que la rehabilitación sacó a la luz, como son los falsos techos hallados en la parte superior del inmueble, que entre sus pinturas guardan alrededor de 300 escudos de armas, representado familias como los Quiñones, Bazán, Toledo o Pimentel.
Según las declaraciones de Miguel Sobrino González, escritor, escultor, profesor en la Escuela de Arquitectura de Madrid, recogidas también por el Diario, en su día se superaron "los límites de la restauración para entrar en la sustitución y la invención innecesarias". "Es una intervención pésima. Se optó por meter piedras nuevas en la fachada con una torpeza terrible. Es una pena, porque es uno de los pocos ejemplos de arquitectura civil gótica", añadió.