Cerca de dos millares de personas han salido este sábado a las calles de León para apoyar la marcha pacífica convocada por la Asociación de Trabajadores de Incendios Forestales de Castilla y León (Atifcyl) en la que han exigido un dispositvo "profesional, 100 % público y estable".
Una protesta que los bomberos forestales han cargado de simbología con los batefuegos, simulando el trabajo que han realizado durante este verano en los incendios que han atacado a las comarcas del Bierzo, Laciana, Omaña, la Montaña Oriental, La Valdería y muchos más territorios de la Comunidad Autónoma.
Todo ello mientras miles de leoneses les acompañaban aplaudiendo la labor que han realizado extinguiendo las llamas que han arrasado con más de 72.500 hectáreas y pueblos enteros, dejando a su paso ceniza sobre los montes y campos calcinados.
Además, durante la concentración se ha pedido la dimisión de tres personas que consideran responsables de este agosto negro: el presidente Alfonso Fernández Mañueco, el consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, y el director general de Patrimonio Natural y Política Forestal, José Ángel Arranz.
Entre los cánticos que se pudieron escuchar por las calles de León destacaron las peticiones de dimisión de Quiñones y Mañueco, sumadas a las que reivindicaban sus derechos y reclamaban un dispositivo permanente para luchar contra los incendios no solo en la época en la que suceden, sino durante todo el año.
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