La lluvia se hizo esperar, pero llegó. La Cabalgata de los Reyes Magos de Oriente combatió contra las precipitaciones en la capital leonesa, donde comenzaba sin paraguas abiertos, pero que terminó con las carrozas empapadas de agua.
Situación que provocó que las dos compañías de teatro participantes, los Bomberos de León y las siete carrozas hiciesen más rápido este recorrido que vio como el cielo comenzaba a descargar cuando las carrozas llegaban a la plaza de Guzmán. Poco a poco la lluvia fue incrementando su intensidad, lo que provocó una subida de ritmo poco habitual en esta celebración.
Pese al mal tiempo, miles de niños y familias disfrutaron de la cita más esperada en estas fechas en las que Melchor, Gaspar y Baltasar amenizaron una tarde oscura y lluviosa en la que la magia no cesó pese al aguacero que aconteció en León.
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