El restaurante El Besugo cumple un siglo de 'rondas' con un homenaje del Ayuntamiento de León

Si las paredes del restaurante El Besugo hablaran, darían para escribir una enciclopedia del ‘paisanaje’ leonés. Tras un siglo abierto, este local ubicado en el corazón del Barrio Húmedo de la capital leonesa ha sido regentado por tres generaciones

24 de Abril de 2024
Actualizado: 24 de Abril de 2024 a las 14:03
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 El restaurante El Besugo celebra su centenario con una placa conmemorativa otorgada por el Ayuntamiento de León
El restaurante El Besugo celebra su centenario con una placa conmemorativa otorgada por el Ayuntamiento de León

Si las paredes del restaurante El Besugo hablaran, darían para escribir una enciclopedia del ‘paisanaje’ leonés. Tras un siglo abierto, este local ubicado en el corazón del Barrio Húmedo de la capital leonesa ha sido regentado por tres generaciones distintas de una misma familia.

el besugo
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Fue un 24 de abril de 1924 cuando esta casa de comidas abrió sus puertas por primera vez para cubrir la demanda que había entonces de dar de comer a quienes acudían al mercado de la Plaza Mayor de León.

Llegaban de toda la provincia y necesitaban un lugar en el que resguardarse y llevarse algo al gaznate. Por eso lo que era la Pescadería La Veloz acabó convirtiéndose en El Besugo. Por eso y porque Fernando e Irene supieron ver la oportunidad del negocio y tuvieron la capacidad de convertirlo, además, en el sustento de toda la familia, incluidos Norberto y Fernando, sus nietos y actuales regentes.

Este miércoles, 24 de abril de 2024, el Ayuntamiento de León ha querido homenajear los 100 años de El Besugo, un restaurante que, al igual que otros negocios centenarios de la ciudad, forma parte de su patrimonio.

El alcalde de León, José Antonio Diez, ha querido acompañar a los propietarios de El Besugo en esta jornada tan especial a partir de la que el local luce en su fachada una placa conmemorativa que es de recuerdo, pero también de homenaje a todos los que han trabajado en el negocio.

El encargado de descubrirla junto al alcalde de la ciudad ha sido Fernando, hijo de los originales propietarios, Fernando e Irene, y padre de Norberto. Una familia sin la que no se entiende la hostelería de la capital leonesa que a partir de este miércoles cuenta con un restaurante centenario más.