Una de las sorpresas de la noche de Genarín, conocida por ser una noche de fiesta y jolgorio en León, fue la aparición de un coche fúnebre antiguo fue interceptado por la policía en un control rutinario cerca del Palacio de Deportes, dejando perplejos a los agentes de seguridad y a los transeúntes que presenciaron la escena.
El control policial, que formaba parte de las medidas de seguridad implementadas durante las festividades de Semana Santa, se encontraba en pleno funcionamiento cuando el coche fúnebre se aproximó a la zona. Según fuentes policiales, el vehículo llamó la atención debido a su inusual presencia en ese momento y lugar.