El ‘ladrillo’ vuelve a crecer con fuerza en Castilla y León, una comunidad en la que la construcción de viviendas no había recuperado terreno, a diferencia de la evolución del sector en el conjunto del país, donde había experimentado un avance moderado. Sin embargo, el pasado año marcó un punto de inflexión ya que dejó el mayor número de proyectos inmobiliarios de los últimos 12 años en la Comunidad, lo que asegura la carga de trabajo en 2024.
Las constructoras, en medio de un panorama de incertidumbre, marcado por el alza de los precios de las materias primas y los tipos de interés, vuelven a invertir en vivienda nueva en Castilla y León. Este nicho de mercado cobra fuerza en una tierra en la que no se habían visto grandes desarrollos urbanísticos en los últimos años y en los que se venden unas 30.000 casas anuales, tanto a estrenar como de segunda mano.
En el último informe sobre el mercado inmobiliario en León, se revela una disminución significativa del 5,3% en las nuevas autorizaciones de construcción de viviendas en comparación con el año anterior.
Durante el año 2023, se emitieron un total de 541 visados para la construcción de viviendas en la provincia de León. De estos, 256 correspondieron a viviendas unifamiliares y 285 a viviendas en bloque. Esta cifra marca una variación negativa del -5,3%.
La ‘digestión’ de las promociones que dejó sin vender el ‘boom’ de la crisis inmobiliaria de 2008 parece haberse terminado ya en Castilla y León, donde las constructoras se han lanzado de nuevo a edificar vivienda, sobre todo, pisos y en entornos urbanos, donde se asienta el 80 por ciento de la población de la Comunidad, aunque las casas unifamiliares siguen siendo un producto con tirón en una tierra con un gran número de municipios rurales.
Tras un 2023, con 6.529 visados de dirección de obra para vivienda nueva en Castilla y León, según los datos del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, las expectativas de las empresas para 2024 son alentadoras, pues estos permisos garantizan ‘tajo’ durante al menos este año, si bien detrás de ellos podría estar el despliegue de los fondos europeos Next Generation, ya que crecieron un 28,9 por ciento, frente a la caída nacional del 0,88 por ciento.
En cualquier caso, la cifra de visados sólo se acerca a la de 2021, cuando se registraron 6.147, debido al rebote que produjo la paralización de la actividad en 2020 por la pandemia del Covid. Es la mayor desde 2010 cuando se contabilizaron 7.206, ya por debajo de los 7.982 de 2009, los 18.139 de 2008, los 38.172 de 2007 y los 51.553 de 2006, la cifra más alta de toda la serie histórica del Ministerio de Transportes, que arranca en el año 2000.
Detrás de estas cifras positivas está la recuperación de la edificación en bloque, que creció en la Comunidad un 48,47 por ciento de media, con 4.279 visados para nuevos pisos, mientras en España el aumento fue mucho menor, con un tímido 1,14 por ciento. En el lado opuesto, las casas, chalet y adosados sumaron 2.250 visados, un 3,26 por ciento más, frente a la caída del conjunto del país, del 7,17 por ciento.
A dos velocidades Las diferencias entre las provincias de Castilla y León determinan un 2024 a dos velocidades, puesto que las cifras de visados de obra nueva crecieron en cinco, con subidas destacada, y cayeron en cuatro. Destaca Segovia, con un aumento del 135 por ciento, al pasar de 400 a 941 permisos, la mayoría pisos, seguida de Soria, con un incremento del 65,97 por ciento, hasta los 239 y Valladolid, con un avance del 63,13 por ciento.
También crecieron las cifras de nuevas autorizaciones en Burgos, aunque con un aumento mucho menor del 11,71 por ciento, hasta 1.078, y Ávila, con una subida del 2,96 por ciento y 209.
En el lado opuesto, figuran Palencia, donde la caída alcanzó el 29,1 por ciento, lo que dejó la cifra de visados en 173, seguida por Zamora, con una rebaja del 28,13 por ciento, hasta los 276. A continuación, figura Salamanca con una caída del 18,23 por ciento y 444 visados y León, con un 5,25 por ciento menos y 541.