Durante la noche del pasado Sábado de Pasión, alrededor de las 23:15 horas, el casco histórico de León se vio sorprendido por un inesperado evento que interrumpió las solemnes procesiones. Dos camiones de bomberos ascendieron por la emblemática Calle Ancha, generando un gran revuelo entre los espectadores congregados para presenciar el acontecimiento religioso.
La multitud, que se había reunido para disfrutar de las últimas procesiones del día, se vio sorprendida por la presencia de los vehículos de emergencia, quienes acudían a atender una situación de emergencia. Según la Policía Local, el motivo del despliegue de los bomberos fue una pequeña fuga de gas en la zona.
Sin embargo, la tranquilidad en la zona se vio nuevamente interrumpida al día siguiente, durante la mañana del Domingo de Ramos, alrededor de las 11:30 horas. En esta ocasión, el foco se centró en una alcantarilla ubicada frente al mismo establecimiento.
El descubrimiento de humo emanando del lugar movilizó a los equipos de bomberos y a la Policía Nacional, quienes rápidamente se desplazaron para investigar la situación. Tras una exhaustiva inspección, se determinó que el origen del problema radicaba en un fallo en el cableado eléctrico subterráneo.