Ya hace más de seis años que los vecinos de la Comarca de Luna sacaban a la luz la iglesia de San Martín, perteneciente al ya desaparecido Láncara de Luna, con una hacendera. Ahora gracias a un proyecto del Ayuntamiento de Sena de Luna comienza una nueva vida para esta iglesia "prácticamente terminada"
Láncara de Luna, fue la cabeza de Ayuntamiento hasta el 1956 cuando el pantano de Luna dejó bajo sus aguas las edificaciones de este y de otros 15 pueblos de la comarca. Sin embargo, la iglesia quedó por encima de la cota del pantano, lo que permitió que se mantuviera aunque en estado de ruina.
Fue en 2018 cuando los vecinos de la comarca, motivados por el valor sentimental que tiene esta iglesia y por la iniciativa del Ayuntamiento, decidieron ponerse manos a la obra y comenzar una 'facendera' que dejaría a este pequeño edificio cristiano a la vista de todo el mundo.
Los restos de esta pequeña iglesia datan de los siglos XVI-XVII, pero gracias a la labor de aquellos que no quieren dejar atrás el su pasado 'inundado' por el pantano, este ha sacado la cabeza del agua y se convertirá en un lugar de homenaje para ellos, y para los pueblos desaparecidos.
De esta manera, los descendientes de los habitantes de Arévalo, Campo de Luna, La Canela, Casasola, Cosera de Luna, Lagüelles, Láncara de Luna, Miñera, Mirantes de Luna, El Molinón, Oblanca, San Pedro de Luna, Santa Eulalia de las Manzanas, Trabanco, Truva y Ventas de Mallo, contarán con un punto de encuentro donde admirar la historia de su pasado.
Estado del interior de la la iglesia de San Martín en 1997 | Fundación Santa María la Real
El proyecto
El proyecto de restauración fue encargado por el Ayuntamiento de Sena de Luna al arquitecto Rogelio Geijo García y tal y como ha confesado el alcade del municipio, Francisco Gómez Morán, este proyecto "está a punto de finalizar" y es que las condiciones climáticas han complicado el término del mismo, pues "hay que quitar bastante maleza para acabar", confesó.
Así pues, en el proyecto está previsto que se lleve a cabo un camino de acceso a esta 'caja del tiempo' que trasladará a los visitantes a una época que finalizó entre 1949 y 1956 cuando todos los edificios de los 16 pueblos de la zona, excepto uno, quedaron bajo el agua que hoy guarda el pantano.
Esos 16 pueblos ya se recuerdan en los paneles del mirador desde el que se accede al que se convertirá en 'caja del tiempo' de la comarca. Allí, en el último resquicio que queda del pasado, se rendirá un pequeño gran homenaje a todos aquellos que aún recuerdan y seguirán recordando los tiempos en los que una presa de más de 80 metros no guardaba el agua del río que da nombre a la comarca.
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