En una conferencia de prensa realizada hoy, Izquierda Unida León ha arremetido contra la Política Agraria Común (PAC), calificándola como un sistema "corrupto y plagado de injusticias". La organización política sostiene que este sistema beneficia desproporcionadamente a grandes multinacionales, especuladores y terratenientes, mientras condena a la marginalidad y la miseria a pequeños agricultores y ganaderos.
En el ámbito europeo, la delegación de Izquierda Unida en el Parlamento Europeo ha instado a la Comisión Europea a tomar medidas de apoyo a los productores de grano comunitarios, especialmente los españoles, ante lo que han denominado como "competencia desleal de terceros países".
Manu Pineda, eurodiputado de Izquierda Unida, ha señalado que la compra sin aranceles de grano ucraniano y la posibilidad de importar productos de África Oriental y Meridional sin cumplir los mismos requisitos fitosanitarios afectan negativamente a los productores locales, obligándolos a vender por debajo de los costos de producción.
Carmen Franganillo, coordinadora local de IU León, ha catalogado la PAC como una "farsa" diseñada para enriquecer a unos pocos a expensas del arduo trabajo y sacrificio de quienes sostienen el campo. Franganillo destaca que más del 80% de las ayudas de la PAC benefician a grandes terratenientes, fondos de inversión, empresas multinacionales y especuladores, en lo que describe como un problema estructural derivado del neoliberalismo económico.
La coordinadora local anunció la intención de solicitar una reunión con los principales sindicatos agrarios de León para discutir medidas concretas, como fomentar el asociacionismo, el cooperativismo y la venta directa para mejorar la competitividad del sector.
En el ámbito ganadero, Izquierda Unida aboga por enfrentar los desafíos de enfermedades, proporcionar compensaciones a las ganaderías y establecer planes de prevención efectivos.
Izquierda Unida en León demanda una reforma radical de la PAC, enfocándose en priorizar a los pequeños agricultores y ganaderos, limitar la concentración de tierras, proteger los precios, fomentar la producción local y rechazar la competencia desleal.
Además, proponen reducir intermediarios en la cadena de distribución, apoyar la transformación local, mejorar la formación y asesoramiento, y promover la agricultura ecológica.
"Desde Izquierda Unida seguiremos luchando por un futuro digno para el campo y para quienes lo trabajan", concluye la organización.