Hay pocas referencias a la historia de este deporte autóctono, que sigue vivo en la comarca del Páramo y en la zona del Órbigo. De hecho, y una vez más, son fiestas de los pueblos que forman parte del territorio las que aún mantienen el juego de Las Mazas.
Juego de Las Mazas | Asociación Cultural y Recreativa de Valdefuentes del Páramo
El pueblo que más mantiene viva esta tradición es Valdefuentes del Páramo, que gracias a su Asociación Cultural y Recreativa, organiza prácticamente todos los años un campeonato en el que participan los vecinos del municipio y la comarca.
Hace 14 años, cuando las mazas fueron la pieza del mes del Museo Etnográfico Provincial de León (ahora el Museo de Los Pueblos Leoneses), se puso de manifiesto que este deporte autóctono podría estar relacionado con la Semana Santa, ya que se practicaba en los domingos que forman parte de la Cuaresma, sin embargo, la falta de referencias sobre el origen de este deporte hacen muy difícil cerciorarse del inicio de este juego tradicional.
El deporte
Este deporte de equipo (cinco titulares y un reserva) consiste en impactar con el mazo, pieza que se lanza, en la maza. Un juego similar a la calva, pero que tiene diferencia principal en los materiales. En la calva, el cilindro que se lanza a la calva es de hierro o de piedra y en el caso de las mazas, tanto la maza como el mazo son de madera.
Tal y como explica la Asociación Cultural y Recreativa de Valdefuentes del Páramo en su reglamento, el ‘mazo’ y la ‘maza’ deben estar hechas de madera de negrilla o de encina. El ‘mazo’ de 23 centímetros será lanzado desde la ‘línea de tiro’ hacia la ‘maza’, un cilindro de 50 cm colocado entre los ‘troncos’, que son el resto de cilindros que se sitúan a los lados de la maza.
El terreno de juego siempre será de asfalto u hormigón, horizontal y liso, sin ningún tipo de obstáculo que pueda impedir el lanzamiento del mazo. Además, está delimitado por zonas: Dos zonas de fondo en los extremos, dos zonas de lanzamiento, y una zona delimitada por las líneas de tiro.
El deporte está regulado por 10 reglas: el terreno de juego, los elementos semijifos de la cancha, las piezas del juego, los equipos, las tiradas, la puntuación, la penalización en la misma, los árbitros, la uniformidad y las categorías.
Respecto a la última regla, ‘las categorías’, explica que hay un total de cinco grupos de edad en los que se dividirán las competiciones: Alevines, hasta los 11 años, infantiles de 12 a 14 años, juveniles de 15 a 18 años, tercera edad de 60 en adelante y la categoría general de 19 a 60 años.
Estas categorías llevan consigo una características de la distancia de lanzamiento y del peso mímimo de la maza, así pues, los alevines lanzarán desde 8 metros con un peso mínimos de 600 gr; los infantiles, 8,5 metros y 750 gr; los juveniles, 9 metros y 950 gr; la 3ª edad, 1.050 gr y 10 metros; y por último la categoría general lanzará desde 11 metros con un peso mínimo de 1,2 kg.
Juego de Las Mazas | Asociación Cultural y Recreativa de Valdefuentes del Páramo
La anotación
De todas las reglas, destacan la regla número 5, ‘las tiradas’; la 6 ‘la puntuación’; y la 7 ‘las penalizaciones. En la que se pone de manifiesto que la partida se terminará cuando uno de los equipos consigue 20 tantos. Dichos tantos se anotarán en los lanzamientos válidos en los que el ‘mazo’ impacte directamente con la ‘maza’.
Sin embargo, tal y como aclara la regla de las penalizaciones, se podrá considerar nulo una tirada en la que el jugador pise o sobrepase la línea de tiro. Además, si hubiese una suplantación de algún jugador previamente escrito se descalificará al equipo, algo que también se llevará a cabo si existe una agresión o menosprecio a un juez durante la competición.
Juego de Las Mazas | Asociación Cultural y Recreativa de Valdefuentes del Páramo
El Páramo leonés y la ribera del Órbigo
Las zonas en las que este deporte se mantiene vivo son sin duda estas dos comarcas, y es que, parece que este juego nació, se desarrolló y hoy en día vive allí donde los habitantes de los pueblos aún conservan las tradiciones.
Gracias a la labor de organoizaciones sociales como la Asociación Cultural y Recreativa de Valdefuentes del Páramo, y a los ayuntamientos de la zona que siguen apostando por este juego, las mazas seguirán siendo patrimonio inmaterial de la cultura leonesa.
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