La clásica mascarada de 'los Campaneirus' volvió a llenar las calles del municipio de La Cuesta (León) de vida y color este sábado, 27 de enero. Una festividad que rememora una tradición centenaria en la comarca cabreiresa.
Los vecinos del pueblo, cubiertos con pieles de oveja o de perro y con una máscara que cubre su rostro, dan vida a una tradición cuyo nombre proviene de las propias campanas que portan sobre su cuello.
Los Campaneirus recorren las calles del pueblo durante toda la noche, haciendo sonar sus campanas y asustando a los niños. También visitan las casas de los vecinos, a quienes piden comida y bebida.
Esta tradición, que se remonta al siglo XVII, es una de las más populares de La Cuesta. Cada año, atrae a cientos de visitantes de toda la comarca.
