Hace más de dos años comenzaba una obra de urbanización que Adif puso en marcha para darle una nueva vida al entorno de la abandonada Estación de Matallana de León, con una inversion de 2,8 millones de euros. De esta manera, Adif intenta darle una nueva imagen a una zona de la capital que llevaba años sin movimiento alguno.
Las obras comenzaron en julio de 2022 y tenían un plazo de ejecución de 10 meses, sin embargo, los plazos no se han cumplido y es ahora a principios de marzo de 2023 cuando el entorno de Feve ya ve la luz al final del tunel.
En el Sector NC06-03 ya se ven las vías peatonales y de tráfico rodado, no obstante, la señalización para los vehículos aún no se ha llevado a cabo, lo que hará que las obras todavía tarden algo más. Cuando estén finalizadas, la avenida Padre Isla y la Calle Ramón y Cajal, estarán unidas por esta nueva calle leonesa.
Además, las obras afectan a la calle Bilbao, que unirá la avenida de Álvaro López Nuñez y la avenida Padre Isla, que hasta ahora solo se comunicaban, a esa altura, por la calle Federico Echevarría, que también forma parte del proyecto.
¿Y los trenes?
Pese a que la urbanización ya está practicamente acabada, a falta de la señalización y las zonas verdes, los trenes ni están, ni se les espera. Y es que desde septiembre de 2011, la Estación de Matallana, que fue uno de los puntos neurálgicos del ferrocarril en León, no recibe ningún convoy.
En 2011 se prometió un tramo de tranvía que llegaba desde Matallana hasta La Asunción-Universidad, promesas que nunca se hicieron realidad y que perjudicaron a la zona que hoy sufre el lavado de cara gracias a Adif.
Hasta su "abandono", la Estación de Matallana era frecuentada por los leoneses que aprovechaban para ir hasta los pueblos del Torío o incluso llegar hasta la montaña leonesa, pero ahora dichas excursiones parecen olvidadas ya que el tráfico de trenes, aunque sigue funcionando, ya no llega hasta el corazón de la capital.
La vuelta del ferrocarril a la estación de Feve parece algo imposible, pues el Mariano Rajoy provocó un bloqueo burocrático de las vías ya que se expulsó el tramo de la Red de Interés General Ferroviaria en 2015, tres años antes de que las vías para el tranvía estivieran finalizadas.
Así pues, el entorno de la estación de Feve contará con más vida de la que tenía desde 2011, no obstante, la vida que pueda albergar esta zona no será la misma que en los momentos en los que el tren era uno más del entramado y del que ahora solo quedan restos.