Los programas llevados a cabo por Cáritas Diocesana en la provincia de León atendieron durante 2023 a un total de 5.263 personas y beneficiaron a 7.565 a través de 60.630 intervenciones en un año en el que la cifra total se incrementó en un 20% respecto al año anterior, cuando se atendió a 879 personas menos. Además, 1.818 que no estaban dentro del programa acudieron el pasado año por primera vez.
En cuanto al perfil de las personas atendidas, la directora de Cáritas Diocesana de León, Aurora Baza, señaló que el 53% del total de personas atendidas eran mujeres, mientras que el 58% eran extranjeros, principalmente procedentes de Colombia, Venezuela, Marruecos y República Dominicana.
Por edades, el 27% estaban entre los 18 y 33 años, el 30% entre los 34 y 65 años y el 43% mayores de esa edad. Asimismo, el 27% de las atenciones fueron a parejas con hijos y el 20% a hogares unipersonales, el 63% desempleados y más de 700 personas estaban en situación irregular. En cuando a la ayuda a las necesidades básicas, se incrementó en un 35% respecto a 2022.
El principal programa de Cáritas es el de Acogida y Atención Primaria, que se lleva a cabo tanto desde la sede de Sierra Pambley como desde las diferentes parroquias y que ofrece apoyo personal y a la vivienda. De él se beneficiaron un total de 1.490 hogares y 3.420 personas en Sierra Plambley, con un incremento del 13% respecto al año pasado, de las que 1.722 eran españolas, 1.657 extracomunitarias y 41 comunitarias. En las Cáritas parroquiales fueron 1.057 las personas atendidas 2.528 las beneficiadas y 13.821 las atenciones realizadas.
Baza resaltó que las principales ayudas se aportaron para la vivienda, los suministros y la alimentación, para lo que se impulsa un método de tarjetas monedero, al considerarlo “más dignificante”, que se utiliza ya en 14 parroquias y que se extenderá durante el año al resto. En cuanto al Economato, se beneficiaron 169 familias y 631 personas.
“Uno de los temas más preocupantes” para la presidenta de Cáritas son las personas sin hogar, respecto a lo que resaltó que “además de aumentar considerablemente el porcentaje de mujeres, también lo hizo la situación en la que viven, muchas de ellas con enfermedades mental sin diagnosticar, lo que dificulta proceso de ayuda”.
El programa de personas sin hogar acogió a 340 personas transeúntes e indomiciliadas, mientras que la extranjería se incrementó en un 46%, con 2.161 personas que acudieron a la entidad en búsqueda de empleo y formación. Además, se atendió a 111 personas con toxicomanías, “la mayoría hombres”, y a 336 personas en el centro penitenciario. Por su parte, la casa de mujeres acogió a 13 adultas y nueve menores y las dos de hombres a ocho personas, mientras que 63 niños participaron en las tres ludotecas y alumnos de nueve centros de formación acompañaron a 135 personas mayores de seis residencias.
Formación y empleo
Los programas de formación y empleo de Cáritas Diocesana contaron con la participación de 1.211 personas repartidas en diferentes servicios. Así, 906 acudieron a formación y orientación, 107 a la formación prelaboral con talleres de español, informática, costura o competencias digitales y 156 a los 13 cursos impartidos de formación laboral, que permitieron a 73 de las personas encontrar un empleo, con un porcentaje de empleabilidad del 46,7%.
Respecto a la intermediación laboral, un total de 110 personas completaron el proceso integral y se gestionaron 113 ofertas de empleo. Se logró un 87% de inserción laboral con 95 personas integradas en el mercado de trabajo.
Por su parte, el proyecto Moda Re-, puesto en marcha en 2018, gestionó 342.627 kilos de ropa y se entregaron 3.252 prendas a personas en situación de vulnerabilidad. Asimismo, se gestionó la inserción sociolaboral de cuatro personas dentro de la estructura y otras cuatro que consiguieron trabajo fuera.
Futuro
La presidenta de Cáritas Diocesana en León, Aurora Baza, aprovechó la presentación de la memoria de actividad de 2023 para mirar al futuro y destacar los principales proyectos que la entidad pretende llevar a cabo durante este año.
Así, además de “dar continuidad a los proyectos anteriores y seguir afianzándolos”, abogó por “promover puntos de encuentro en las parroquias para fomentar participación y paliar la soledad no deseada, reforzar los equipos de cogida y atención primaria, ampliar la formación y empleo a nuevas áreas, fomentar la participación de los voluntarios, continuar con el trabajo en red de las instituciones con las personas sin techo, consolidar la actividad de formación digital, potenciar el programa toxicomanías, y trabajar en un proyecto que pueda ofrecer un recurso habitacional para las personas en situación vulnerabilidad”.
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