Las fotografías y el material de los cuatro proyectos de 'Expositivos 24' ya se pueden disfrutar en el Palacín de León. La IV muestra de fotografía contemporánea ya se puede visitar de martes a domingo hasta el próximo 16 de febrero.
Después de anunciar a los ganadores el pasado mes de mayo, este jueves, el alcalde de León, José Antonio Diez, el comisario de la muestra, Mario Castro, y los verdaderos protagonistas, los autores de los proyectos han inaugurado la exposición que muestra "los resultados visibles de un riguroso proceso de selección" al que se presentaron más de un centenar de propuestas.
La fotografía es el nexo común de los cuatro proyectos, sin embargo, "cada propuesta traza su propio recorrido". 'Expositivos 24' va más allá de ser un certamen, ya que después de sus cuatro convocatorias se ha convertido en "una plataforma de apoyo a la creación artística, un escenario para el diálogo crítico sobre temas urgentes".
Los proyectos ganadores que se puedes disfrutar en el Palacín, son los de María Romero, Samuel Reales, Pedro Higueras y Eva San Juan, siendo los dos primeros los premiados nacionales y los dos segundos los premiados locales.
Proyectos
Pluma, tintero y papel
El proyecto de María Romero, titulado 'Pluma, tintero y papel' se trata de una muestra de 139 imágenes divididas en 6 series que tienen el juego como hilo conductor. María explica que este proyecto toma prestado su nombre de una canción infantil para saltar a la comba, estableciendo así "una analogía con la repetición presente en las piezas mediante la cual me enfrento al acto creativo como ritual catártico".
"Las obras son el tablero idóneo para experimentar con mis temores, dudas o búsquedas, son el espacio en el que puedo jugar al 'hacer como si' y llevar al límite los simulacros", comenta María sobre una muestra en la que la propia artista pretende "atenuar la incertidumbre, ordenar el caos o resolver enigmas".
Sexilio
Por su parte, el otro proyecto nacional, el de Samuel Reales, titulado 'Sexilio' muestra la parte más intima de una serie de personas que se muestran tal y como fon frente a la cámara, dejando los miedos del "que pensarán" atrás y contando sus experiencias a través de la imagen.
El comisario de la muestra, Mario Castro, pone de manifiesto que Sexilio es "un acto de liberación en medio del desarraigo, el relato de un viaje interminable hacia la autodeterminación. No es solo un desplazamiento físico por parte de cada persona fotografiada, sino la búsqueda de un refugio emocional y de un derecho inalienable".
Los retratos de las personas que de forma valiente deciden mostrarse vulnerables ante el objetivo de Samuel muestra el eco de "voces apagadas por la intolerancia", convirtiendo la imágen en "un lienzo de cicatrices invisibles que se rebelan contra la discriminación y los prejuicios".
Tal y como expresa Castro, detrás de las imágenes de Reales, "subyace una llamada a la reflexión, un grito silencioso contra la opresión y el costo de la libertad, en un mundo que aún lucha por abrazar la diversidad en toda su plenitud".
Robinsones en Babia
Pedro Higueras, nacido en Cuenca y afincado en León desde 2005, repasa, en Robinsones en Babia, la despoblación del territorio, el concepto de aislamiento y la memoria de los habitantes de la región de Babia.
Castro lo define como "un testimonio de la lucha silenciosa contra el abandono y la soledad, y a su vez, una oda hacia el sentido de pertenencia que no se doblega ante la modernidad", y es que, a pesar de que muchos babianos buscaron oportunidades en la ciudad, la región "sigue siendo un refugio irrenunciable para quienes se aferran con uñas y dientes a las raíces de su tierra".
Un proyecto que además de imágenes cuenta con una pieza audiovisual en la que Higueras dejó su cámara a los vecinos y ellos mismos grabaron el día a día de su vida en Babia. De esta manera, las imágenes "capturan la esencia del paisaje agreste y los rostros curtidos por la severidad del invierno, pero también las ausencias".
Por si fuera poco, Higueras vive de cerca esta situación, ya que siendo médico de la región, el autor "se adentra en la vida cotidiana de aquellos que han hecho de Babia un bastión" convirtiendo esta muestra en una crónica de un lugar vaciado por el éxodo rural pero, también en "una meditación profunda sobre la fragilidad del tiempo y la resonancia de todo lo que ya se ha ido".
La espiral de la vida: lo femenino, los cuidados y la sostenibilidad
Por último, la leonesa Eva San Juan, desarrolla un proyecto creado a lo largo de tres años en el que recorre y se adentra en distintas eco-aldeas de Portugal, Navarra, Tarifa y Almería para mostrar y visibilizar el rol de las mujeres en la puesta en marcha de las comunidades ecosostenibles.
"La espiral de la vida comienza, un poco por casualidad, como una busqueda personal. Cansada de la vida en la ciudad y su problemática me planteaba que tenía que haber otros modelos de vida, con valores más humanitarios", aseguraba San Juan que guiada por dicha búsqueda recorre eco-aldeas capturando momentos sin que la cámara interfiriese "en el proceso vital".
La muestra incluye 20 fotografías con una historia "coherente y atmosférica" que "identifica mi trabajo". Un trabajo que refleja "un pacto de reciprocidad con la tierra, una alianza sagrada que trasciende el utilitarismo moderno", tal y como lo expone Mario Castro.
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