Cientos de personas rechazaron hoy en León la fiesta del 23 de abril en una marcha reivindicativa convocada por Conceyu País Llionés y secundada por la Unión del Pueblo Leonés y numerosos colectivos, que discurrió con normalidad durante su desarrollo entre la plaza de Guzmán y la explanada de los Pendones. El final de la movilización, junto a la plaza de San Marcos, donde se desarrollaban los actos convocados por la Junta, no estuvo exento de una tensión que provocó finalmente la suspensión de los mismos, tras los abucheos, gritos y presión de la parte de los manifestantes que optó por un boicot directo a las actividades oficiales irrumpiendo en el recinto.
Efectivos policiales y seguridad privada custodiaban un escenario en el que cesó la actividad, al igual que en el hinchable infantil situado al lado. Sí se celebró con normalidad la carrera solidaria con los afectado por Esclerosis Lateral Amitrófica, ELA, que contó con 289 inscritos en León y 230 en Ponferrada.
También quiso implicarse en esta iniciativa el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, que defendió la conveniencia de “una fiesta que promueve de forma inclusiva que todos los castellanos y leoneses puedan participar con libertad o expresar cualquier otra idea, como está ocurriendo. Es una fiesta para los que quieran participar”.
“Creo que todo lo que sea acercar una celebración a las personas que quieran participar siempre es buena idea. No sé quién puede decir que no es buena idea” recalcó preguntado al respecto y después de aludir a las motivaciones sociales de la cita deportiva en concreto. Mucho más crítico, como no podía ser menos, se mostró el secretario general de la Unión del Pueblo Leonés, Luis Mariano Santos, que participó en la manifestación a la que, según cifras provisionales de fuentes oficiales, asistieron unas 700 personas. “Estamos aquí para protestar por algo que nos tratan de imponer, una festividad que no es nuestra, y para gritar alto y fuerte que estamos en contra de esta constitución autonómica, que estamos en contra del sistema de las autonomías tal como se configuró y que hoy más que nunca seguimos pidiendo tener nuestra propia comunidad autónoma donde esté representada toda la Región Leonesa”.
UPL repartió silbatos entre los asistentes para propiciar “una gran pitada que llegue a los oídos al señor Alfonso Fernández Mañueco, que creo que ni siquiera celebra su festividad en la Comunidad”. Añadió que “PP y Vox intentaron imponernos una identidad en la que absolutamente para nada nos vemos reconocidos”.
“Aquí estamos y no nos van a mover ni con dinero ni con inversiones fastuosas de dinero público que podrían haber dedicado perfectamente a la sanidad, a la educación o a cualquiera de los grandes problemas de la comunidad autónoma como es la despoblación”, añadió.
Por su parte, el alcalde de León no asistió a la marcha pero sí estuvo presente en ella, dado que en el turno final de intervenciones se dio lectura a un texto remitido por José Antonio Diez en el que remarcó que “el movimiento por el reconocimiento de León, de su identidad y de su necesidad de autogobierno, totalmente constitucional, es imparable; por mucho -reitero- que la Junta de Castilla gaste millones de euros en vestir una identidad inexistente”. No cesará esa corriente, subrayó, “por más que la Junta constituya fundaciones para falsear la historia de una unión ficticia, ni querida, ni aceptada, ni lógica ni positiva para una tierra de León que seguirá en la lucha”.
“Un leonés nunca se sentirá castellano… sencillamente no lo es. Somos leoneses, solo leoneses, orgullo del Reino, del legado, de identidad y de lucha por nuestros derechos constitucionales de autogobierno. Leoneses, leonesas, ‘¡Viva León!’” concluyó un escrito que inició recordando los argumentos que dieron pie a la moción pro-autonomía que se impulsó hace cuatro años y a la que se han sumado decenas de localidades y municipios de la provincia.
El presidente de Conceyu País Llionés, Carlos González, calificó de “éxito incontestable” la respuesta a la convocatoria, que concluyó con la quema de un castillo en el que se podía leer: ‘Modolid. Castillo Juntero’. El futuro está en tus manos’, previa liberación del león que se encontraba en su interior. Además, la cita tuvo una vertiente de homenaje al fallecido dibujante Lolo y de reclamación por parte de localidades que acercaron a la movilización sus reivindicaciones como la mejora de carreteras o el rechazo a instalaciones industriales.
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