El Servicio de Espacios Verdes de la Concejalía de Desarrollo Urbano en León ha llevado a cabo una operación masiva para combatir la proliferación de la procesionaria del pino en la ciudad. Más de 3.000 bolsones de esta plaga han sido retirados manualmente, en un esfuerzo por controlar su propagación.
Además de la retirada manual, se ha implementado un innovador método de contención: la colocación de collares en los árboles afectados, impidiendo que las orugas lleguen al suelo y cortando su ciclo biológico. Este enfoque forma parte de un programa de gestión de la procesionaria del pino en el arbolado urbano de León.
El concejal de Desarrollo Urbano, Luis Miguel García Copete, enfatizó la importancia de las intervenciones en los espacios de propiedad municipal y realizó un llamamiento a los propietarios privados para que también aborden este problema.
"Cabe destacar que estas intervenciones las realizamos en aquellos espacios de propiedad municipal, por lo que hacemos un llamamiento a los propietarios de fincas con este tipo de plagas para que pongan coto a las mismas. Destacar, también, que desde el Servicio de Espacio Verdes seguimos trabajando de forma intensa para evitar el problema que genera esta oruga", ha subrayado el concejal de Desarrollo Urbano, Luis Miguel García Copete.
La presencia de la procesionaria del pino ha experimentado un notable aumento en León en comparación con años anteriores, atribuido a un invierno templado y a la existencia de árboles infectados en los alrededores del municipio.
La plaga es fácilmente identificable por los característicos bolsones de seda blanca que las orugas crean durante el invierno. Estos bolsones generan alarma social debido a la capacidad urticante de los pelos de las orugas, que pueden causar irritaciones en humanos y mascotas.
Para controlar esta plaga, se están utilizando medidas semioquímicas, culturales y mecánicas, incluyendo el uso de feromonas, la eliminación de bolsones y la instalación de barreras físicas alrededor de los árboles.
Además, en la presente campaña, se planea implementar medidas químicas mediante la endoterapia, un tratamiento fitosanitario que se llevará a cabo en las próximas semanas, centrándose en los ejemplares de difícil acceso para la retirada manual.
La procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa) es una especie de lepidóptero considerada la más importante defoliadora de los pinares españoles. La vida de las orugas dura aproximadamente 30 días, durante los cuales se alimentan antes de enterrarse para crisalidar.