Un grupo de hermanos y hermanas de la Hermandad Sacramental de Santa Marta y de la Sagrada Cena de León ha emitido un comunicado público en el que expresan su profundo rechazo a la gestión de la actual presidenta, Camino Villanueva.
A través de una carta firmada por una hermana "desde el respeto" pero con tono crítico, denuncian una serie de decisiones "arbitrarias, autoritarias y, en muchas ocasiones, faltas de ética", que, según afirman, "han deteriorado el espíritu y el buen funcionamiento de la Hermandad".
"Lo sucedido con la Cofradía del Nazareno en el 75 aniversario de nuestra Hermandad es simplemente bochornoso", comentan sobre la decisión de la presidenta que "ha permitido que nos echen del lugar desde el que llevamos saliendo durante 75 años", la plaza de Regla.
A esta situación se le añaden otras reclamaciones como el gasto de 1.000 euros a una banda para luego "despreciarla", negándoles el uso de sillas en una jornada cofrade en el Museo Diocesano y de la Semana Santa, "mintiéndoles diciendo que no tenían permiso cuando en realidad la única persona que no quería sillas era ella", aseguran.
A las reclamaciones sobre la economía de la Hermandad se suma la edición fallida de un libro del 75 aniversario, aprobado por la Junta de Gobierno, que no se llevó a cabo por "la falta de dinero". Pese a ello, sí se realizó un vino español y merchandising, "que poco o nada tienen que ver con los fines que defendemos".
Vino español que se llevó a cabo, "con dinero de los hermanos", tras el descubrimiento de la placa que dio nombre a la calle en la plaza de San Marcelo, al que "no se invitó a los propios hermanos ni hermanas". "Solo se pensó en las autoridades, que ni siquiera pudieron disfrutarlo", añaden, calificando la organización como "nefasta".
En la misma línea denuncian que las cuentas de la Hermandad "están escondidas". Es "la primera vez en la historia de la Hermandad que no se envían las cuentas a los miembros", y se preguntan, "¿qué es lo que se quiere ocultar?"
Sobre la Asamblea General Ordinaria, aseguran que se ha limitado el tiempo de la misma, impidiendo el libre ejercicio del derecho al apartado de "ruegos y preguntas", lo cual consideran "una estrategia para silenciarnos" usando como excusa el cierre del Museo Diocesano.
La última de las denuncias, pero no por ello menos importante, viene dada por unas declaraciones de la presidenta sobre el papel de la mujer en la Semana Santa de León: "detrás de cada papón hay una mujer porque si no la túnica iría sin planchar...".
Declaraciones machistas que las hermanas no comparten y consideran que "no es una representación de la Hermandad". "No puede utilizar su cargo para expresar opiniones personales que comprometen a toda la hermandad", denunciaron.
"Esta no es la hermandad que queremos", sentencia el comunicado, que finaliza con una petición formal de dimisión de la presidenta.
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