La prolongada batalla familiar que ha marcado a una de las empresas más influyentes de León parece estar llegando a su conclusión. La familia Álvarez Mezquíriz, propietaria de los Grupos Eulen y El Enebro, ha alcanzado un histórico acuerdo empresarial que pone fin a una década de conflicto, según ha informado el Grupo Eulen.
Este conflicto familiar se remonta a 2010 y finalmente llega a su término con una reestructuración en la propiedad de ambas compañías. El acuerdo estipula que María José tomará el control de Eulen, mientras que El Enebro, que incluye a Tempos Vega Sicilia, estará bajo la gestión de sus hermanos Pablo, Emilio, Elvira, Marta y Juan Carlos.
A través de un comunicado de prensa, se destaca que esta reestructuración fortalecerá ambas empresas y les proporcionará una mayor agilidad en la toma de decisiones, algo esencial en el actual entorno económico. Además, como parte de este acuerdo, la familia ha decidido cerrar los procesos judiciales en curso entre las empresas y sus accionistas.
El conflicto familiar se inició en 2010, cuando aún estaba vivo el fundador de Eulen y Vega Sicilia, David Álvarez. Con siete hijos y tres esposas, la disputa familiar se asemejaba a la trama de una serie de televisión. Cinco de los hijos tomaron el control de la empresa, lo que llevó a su padre a interponer una demanda y a considerar la posibilidad de sacar a Eulen a bolsa para evitar la ruptura de la compañía debido a las divisiones familiares. Sin embargo, una junta general extraordinaria judicial nombró a David Álvarez y su hija María José como administradores únicos solidarios.
En 2013, David Álvarez y María José fundaron la sociedad Daval Control para evitar que los otros hijos tomaran el control de la empresa. Esta sociedad vendió el patrimonio inmobiliario de El Enebro, la empresa propietaria de Vega Sicilia. El patriarca presentó una demanda para cambiar la estructura de gobierno de El Enebro y denunció a sus hijos por la supuesta extracción de 80 millones de euros de la sociedad.
En 2015, el Tribunal Supremo falló a favor de David Álvarez, otorgándole el usufructo del 51% y la representación en los órganos de dirección. Pocos meses después, David Álvarez falleció, dejando a su hija María José como albacea, una decisión que sus hermanos no respaldaron, exigiendo la formación de un consejo de administración y cuestionando contratos y retribuciones.
Desde entonces, el conflicto se fue intensificando año tras año. En 2018, María José acusó a sus hermanos de manipular las cuentas de El Enebro mediante artificios contables para reducir los dividendos. En 2019, sus hermanos intentaron eliminar la obligación de distribuir dividendos, lo que llevó a María José a solicitar el cese de su hermano Juan Carlos como administrador de El Enebro y la creación de un consejo de administración.
En 2022, la Audiencia Provincial de Madrid anuló, nueve años después, la compra de acciones de Eulen por parte de sus hermanos a través de El Enebro SA, por infringir el deber de lealtad.
Ahora, desde Eulen se anuncia que los hermanos Álvarez Mezquíriz han llegado a un acuerdo para la reestructuración accionarial de los Grupos Eulen y El Enebro, poniendo fin a este largo y complejo conflicto familiar.