Los trabajadores de las brigadas forestales de la Junta de Castilla y León, en León, junto con sus compañeros de otras provincias de la comunidad, alzan su voz de protesta ante lo que consideran un intento de privatización del modelo de gestión antiincendios por parte de la administración autonómica.

De esta manera, Miguel, portavoz de la Asociación de Trabajadores de Incendios Forestales de Castilla y León (ATIFCYL), quien afirma categóricamente que, a pesar de las afirmaciones de la Junta sobre mantener un modelo mixto, esto no es cierto ."Es mentira. Este año licitaron unas unidades autobomba, denominadas UVA, junto con un retén", , un total de cinco para toda la comunidad, con un costo de 7,5 millones de euros para tres años. Esto contrasta de manera drástica con el hecho de que el precio de una autobomba nueva es de aproximadamente 300,000 euros, denuncian.
Los trabajadores están exigiendo que se revierta la privatización del servicio y que se adopten otros modelos de gestión, siguiendo ejemplos exitosos como los de Castilla-La Mancha y Andalucía. Miguel argumenta que se están invirtiendo grandes sumas de dinero en tecnologías que aún están en fase de desarrollo, como las cámaras de vigilancia térmica. "La Junta quiere sustituir a los vigilantes pero tenemos comprobado que cae un rayo a los pies de la cámara y no lo detecta, o tardan considerablemente más que un vigilante en identificar humo. Esto se traduce en una "tecnología ineficiente tanto en términos económicos como operativos", afirma.
Otro aspecto que los trabajadores quieren poner en evidencia es la falta de cobertura de las bajas entre los trabajadores de las autobombas. En lugar de proporcionar reemplazos, la administración obliga a otros compañeros a modificar sus descansos, lo que socava la efectividad del servicio en la realidad operativa.
En relación con la evaluación de la temporada, los trabajadores consideran que ha sido un año en general positivo, con condiciones meteorológicas más favorables, menos olas de calor y temperaturas más frescas en comparación con el año anterior. Sin embargo, destacan que los problemas persisten, especialmente en lo que respecta al avituallamiento. Miguel menciona una colaboración entre la consejería y los Colegios Profesionales de Dietistas-Nutricionistas y de Licenciados en Educación Física y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte de Castilla y León (COLEF), pero lamenta que la mayoría de las dotaciones aún no hayan recibido estas mejoras.
Los trabajadores de las brigadas forestales de Castilla y León continúan luchando por preservar un modelo de gestión que consideran esencial para garantizar la seguridad y eficiencia en la lucha contra incendios forestales en la región.