Los secretos de la Casa Botines y lo que Gaudí ocultó en su obra leonesa: sombrero de Merlín, Santo Grial, el infierno de Dante ...

El emblemático edificio que Antonio Gaudí construyó para Mariano Andrés González Luna y Simón Fernández guarda muchos más secretos de los que se pueden observar a simple vista

Jose Martín | Dativo Rodríguez
06 de Diciembre de 2023
Actualizado: 06 de Diciembre de 2023 a las 13:54
Los secretos de la Casa Botines: Todo lo que Gaudí ocultó en su obra leonesa

Todo leonés y muchos visitantes se han sentado alguna vez junto a la estatua de Gaudí para admirar esta obra que el arquitecto catalán construyó entre 1891 y 1892, sin embargo, no muchos conocen aquello que esconde realmente este edificio.

 

No son pocos los secretos que Gaudí guardó en este edificio. Secretos que llegan desde referencias a la historia de León hasta la Biblia pasando por la fantasía más infantil. Así, la Casa Botines se convierte en un libro abierto para descubrir aquello que Gaudí escondió entre sus muros.

 

En la actualidad, y hasta marzo de 2024, la Casa Botines no se podrá disfrutar en su máximo esplendor debido a la restauración que FUNDOS ha planteado dentro de su Plan Gaudí 2026. Esta restauración, que FUNDOS ha dejado en las manos del arquitecto Félix Compadre y la empresa Trysca, hará un “lavado de cara” a la fachada del edificio, dejándolo tal y como ideó Gaudí en su día, con un aspecto de ‘Palacio de hielo’.

Muchos de esos secretos aún se pueden apreciar y disfrutar tan solo admirando la obra de este arquitecto que imprimió su filosofía en León, creando uno de los monumentos más visitados de la ciudad y de la provincia.

 

La forma del edificio

Los secretos de la Casa Botines comienzan desde los propios planos originales del edificio que Gaudí escondió detrás de la estatua de San Jorge. En dichos planos se puede observar la forma de este emblemático lugar.

Una forma que se corresponde con la cabeza de las constelaciones de Draco y ambas Osas, la menor y la mayor. De esta forma, un edificio que cualquier otro arquitecto habría realizado como un rectángulo o un cuadrado, se convierte en un trapecio que forma dos ángulos rectos, uno agudo y uno obtuso.

 

Las mirillas

Si por algún sitio tuviesen que mirar a la calle desde Botines para recibir a los visitantes, serían las mirillas las que permitirían dicha acción. Estas mirillas, que podrían ser como otras cualquiera, son otro de los secretos ocultos de este edificio.

En la parte interna de estas mirillas, los habitantes de la casa estaban percibiendo, sin saberlo, el movimiento permanente de las estrellas. Además, en su parte exterior, las mirillas representan la ‘G’ invertida, es decir, la generatriz del universo.

 

Por si fuera poco el detalle de las mirillas, estas también representan la forma de los astrolabios medievales, aquellos instrumentos astronómicos que servían para determinar la latitud, la longitud, la altura o la posición de los cuerpos celestes.

 

Simbología draconiana

En la conferencia ‘La Divina Comedia, la Catedral de León y la música de Bach’, de César García Álvarez, el historiador y profesor de la Universidad de León explica la simbología del edificio desde un punto de vista draconiano. Para el historiador, Botines puede presentarse como un dragón en sí mismo incluyendo  referencias a los mismos en gran parte de esta obra.

Así pues, la entrada sería la boca de este dragón que devora un león y que se lleva a cabo de manera muy similar a puertas monstruosas como la ‘Puerta del Infierno’ en Bomarzo (Portugal) o a la puerta de la Iglesia Matriz de Golega (Portugal), que está en la dirección en la que mira el dragón de San Jorge.

 

Esta no es la única referencia a los dragones en la Casa Botines, pues en lo más alto del edificio, las puntas de los torreones o chapiteles, se encuentran escondidas cabezas de dragones talladas en madera que se descubrieron de manera espontánea hace tan solo tres años por Noemí Martínez Murciego.

Según el historiador, esta simbología lleva a Gaudí a relacionar León con Silca (Libia), ciudad en la que, según la ‘Leyenda Dorada’ de Santiago de la Vorágine, San Jorge mata a un dragón. Dicho dragón se encuentra a los pies de una ciudad amurallada en un terreno cenagoso, coincidiendo exactamente con el terreno en el que se ubica la Casa Botines en la capital leonesa.

 

La orientación del dragón de la estatua de San Jorge

La estatua de San Jorge, esculpida por Llorenç Matamala i Piñol, es uno de los primeros elementos en los que se puede fijar cualquiera al pararse a los pies de Botines. No obstante, el dragón al que decapita el propio San Jorge esconde una curiosa orientación.

 

Su mirada llega hasta la Torre de Belém (Lisboa), pasando por todos los lugares templarios importantes de Portugal. Esta orientación que Matalama escoge para la estatua conecta así al protector de los templarios, San Jorge, con el que fue el refugio de la orden del temple en el pasado.

Toda esta historia que relaciona a los templarios con la Torre de Belém se remonta a los tiempos en los que la orden pierde sus posesiones tras ser atacada por Felipe VI de Francia. De esta manera, llegan a Portugal siendo acogidos por Enrique I.

 

Las analemas del Torreón Nordeste

Gaudí no escatimó en los detalles de la Casa Botines, por ello en el Torreón Nordeste donde se ubican las ventanas del chapitel se decoran con medias analemas. Las analemas son las curvas que siguen los astros como el Sol o la Luna vistos desde un punto fijo.

 

Así pues, estas medias analemas podrían representar Botines como un punto para la observación de las estrellas y así Gaudí conduce al observador de su obra hacia la siguiente referencia astrológica y de nuevo algo draconiana.

 

Secretos en las rejas

La defensa de Botines es otra de las curiosidades de este edificio, que fue de propiedad privada de la familia Andrés. Una defensa que no queda fuera de los secretos que Gaudí ocultó en su obra.

 

El entramado de las rejas de la Casa Botines se lleva a cabo con una forma romboidal, que según César García sigue la forma interior del ‘aleteo’, la manera en la que se denomina la figura creada por los puntos en los que se dan los eclipses, conocidos como cabeza y cola de dragón.

Además, esta forma romboidal también coincide con la constelación ‘Lacerta’ o ‘Lagarto’, que es otra de las constelaciones que representa a un reptil, que se podría considerar otra especie de simbología draconiana.

 

Sin embargo, no es el único secreto que guardan las rejas. En la parte de arriba de las mismas, se encuentran un conjunto de formas que también podrían referenciar a los dragones a través de sus garras y dientes. Además, y a pesar de no formar parte de esta simbología draconiana, en la parte más alta de las rejas se incluyen una especie de cuernos de unicornio que dan pie a la fantasía en la obra de Gaudí.

 

 

El sombrero de Merlín

El Torreón Nordeste guarda varios de los secretos que Gaudí guardó en la Casa Botines, ya se han mencionado las medias analemas que hay sobre las ventanas del chapitel de este torreón o incluso de los dragones tallados en madera, pero la fantasía también tiene hueco en Botines.

La punta del chapitel da aún más magia a este emblemático edificio leones, gracias a la referencia al sombrero de mago de Merlín. En el conjunto de poemas de Lord Alfred Tennyson, ‘Idilios del rey’, este conocido mago británico es el conocedor de los secretos de la arquitectura.

Por ello, Gaudí introduce el sobrero en como punta del Torreón Nordeste, allí donde el arquitecto catalán guarda parte de la simbología oculta de su obra en León.

 

El santo grial

La mística también tiene cabida en la obra de Gaudí, en León esta se puede ver reflejada una vez más en el Torreón Nordeste. La base de este tiene una forma que referencia al Santo Grial.

Según César García, durante la época en la que se concibe Botines, en Europa se experimenta una “fiebre” por el Santo Grial, posiblemente debido a esta fiebre Gaudí introduce este símbolo a la vista de todos en un torreón que tiene un trato muy diferente al resto.

A pesar de estar a la vista, el buen trabajo de Gaudí guarda esta referencia para aquellos más observadores, al igual que los siguientes y últimos detalles escondidos en este mismo lugar.

 

 

Referencias a la Divina Comedia

El Torreón Nordeste, además de todo lo comentado, esconde dos referencias al texto de Dante Alighieri, la ‘Divina Comedia’. Lo que sería la copa del Santo Grial mencionado anteriormente, sigue una estructura de nueve anillos. Estos nueve anillos son muy similares a la forma que con la que tradicionalmente se representan los diferentes círculos del infierno.

 

No obstante, a medida que se asciende desde este punto, los distintos niveles del torreón se corresponderían con las terrazas del purgatorio, un recorrido que purifica el alma de aquel que lo realiza. De esta manera se llega al final de varios secretos que Gaudí ocultó en su obra leonesa, sin embargo, estos no son todos los que se han intentado o incluso conseguido explicar a lo largo de su historia. Gaudí guardó mucho más entre las paredes de su edificio, y solo la investigación y las casualidades, serán capaces de desvelar aquello que Gaudí puso a la vista de todos y que nadie ha descubierto aún.

Casa Botines en construcción