La Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) de León ha celebrado este jueves los "cambios favorables" que introducirán las Normas Urbanísticas Territoriales de la Provincia, algo que destacan haber conseguido gracias a su negativa en el últomo Consejo de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio.
Dicha negativa, que fue la única del Consejo, llegó debido a que consideraron que las nuevas normas que se proponían eran más restrictivas que las que estaban vigentes hasta ahora y que perjudican los intereses del sector agrario y ganadero.
Una de los cambios que más fue criticado por Asaja en ese momento fue la reducción de la ocupación máxima permitida en suelo rústico para la construcción, que en algunos casos se limitaba al 20%. Así como las restricciones en las Reservas de la Biosfera, donde la ocupación de construcción se reducía al 25% de la superficie de la parcela.
Tras las críticas, el texto ha sido revisado, y en la nueva sesión del Consejo celebrado en Valladolid este miércoles, se han aprobado cambios que concuerdan con la línea de los planteamientos de la organización. De esta menera destacan cambios en el suelo rustico y el suelo urbano.
Suelo rústico
Respecto al suelo rústico, el Consejo no ha elevado al 70% de construcción en suelo rústico como estaba en las normas anteriores, pero ha aumentado del hasta un 50% con caracter general. En fincas de menos de 5.000 metros cuadrados, eliminando incluso la condición anterior de que la superficie máxima de construcción fuera de 1.000 metros. De esta manera, en fincas de menos de 5.000 metros, se pueden construir hasta 3.500 metros cuadrados.
En cuanto a las zonas de protección natural, donde se enmarcan los espacios protegidos, las Reservas de la Biosfera o el hábitat del urogallo, la construcción se limitará al 50% de las parcelas que no superen los 5.000 metros cuadrados.
Suelo urbano
En cuanto al suelo urbanno, tal y como aseguran en un comunicado, "el texto anterior tenía muchas restricciones para instalaciones agrícolas en casco urbano". Unas restricciones enfocadas, de nuevo, en el volumen de construcción y en la altura de la cornisa.
Tras la revisión, las restricciones pasan de un 50% de volumen de construcción a un máximo de 1.000 metros cuadrados con independencia de la dimensión del solar. A ello se le suma una altura de cornisa de 7 metros, cuando en el texto anterior se propuso una altura de 3,5 metros.
Por último, en las actividades productivas, como la agrícola, se flexibilizarán las exigencias en los materiales de construcción, “pudiendo utilizar, de forma justificada, materiales y acabados más económicos y sencillos, que guarden eso si correlación cromática con las características de la zona”.
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