Una vez más el cine recordará el pasado del terrorismo en España con una nueva película sobre ETA y como ya pasó con 'La Infiltrada', en este largometraje de otra de las infiltraciones en la banda, se destacará un personaje conocido en la ciudad de León, María Soledad Iparraguirre, alias “Anboto”.
“Un fantasma en la batalla”, dirigida por Agustín Díaz Yanes, es un intenso thriller que se adentra en uno de los capítulos de la lucha contra ETA. La historia, inspirada en hechos reales, concretamente, en la conocida Operación Santuario, narra la historia de una joven agente de la Guardia Civil que se infiltra durante más de una década en el seno de ETA con el objetivo de localizar los zulos en el sur de Francia.
Protagonizada por Susana Abaitua en el papel de Amaia, la película no nombra personajes reales, el de Ariadna Gil sí está inspirado en uno de ellos, el de la propia alias “Anboto”, recordada en León por ser la mujer que ordenó el atentado que acabó con la vida de Luciano Cortizo e hirió gravemente a su hija.
El atentado en León
El atentado del 22 de diciembre de 1995 tuvo lugar en la calle Ramón y Cajal, a la altura del cruce con la calle Renueva y la calle Abadía. Sobre las 13:25 horas de la mañana del día del sorteo de la Navidad, el vehículo del comandante del ejército de Tierra, Luciano Cortizo, explotó matando a este en el acto, hiriendo de gravedad a su hija de 18 años y a tres transeúntes.
Aquel atentado fue ordenado por la exjefa de ETA, María Soledad Iparraguirre 'Anboto', quien ordenó a Sergio Polo (el personaje relacionado con León en 'La Infiltrada') llevar a cabo el atentado colocando una bomba lapa en los bajos del coche del comandante.
En 2020, la Audiencia Nacional condenó a la exjefa de los 'comandos legales' de ETA a 122 años de prisión por la ordenación de este asesinato. En la sentencia se detalla que fue ella quien facilitó los explosivos y dio instrucciones sobre la colocación del artefacto a Sergio Polo.
Las penas impuestas fueron de 30 años por asesinato terrorista, 20 años por cada uno de los cuatro delitos de asesinato terrorista en grado de tentativa (por las heridas a la hija del militar y a tres transeúntes) y otros 12 años por tenencia de explosivos.
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